
Sin vigilancia la zona de avistamiento del tiburón ballena
Miércoles 13 de Agosto de 2014
Isla Mujeres, 12 de agosto del 2014.-Casi nula la vigilancia de Semarnat, Profepa y Conanp en las áreas de avistamiento del tiburón ballena, tanto en el Parque Marino como fuera de sus límites, lo que propicia que muchas embarcaciones que ni siquiera cuentan con los permisos correspondientes rompan las reglas con total impunidad e incluso pongan en riesgo a estos gigantes de los mares.
Permisionarios de Isla Mujeres aseguraron que los yates particulares de grandes dimensiones invaden las áreas en las que se detectan los tiburones ballena, pero curiosamente las embarcaciones de las autoridades que deberían encargarse de la vigilancia brillan por su ausencia, lo que da pie a que se incumplan las especificaciones para el avistamiento de esta especie.
“Hace algunos años, cuando todavía el avistamiento del tiburón ballena no tenía tanto auge como ahora, incluso se había propuesto que como no se podía negar el acceso al área natural protegida en la que suelen encontrarse estos ejemplares ni mucho menos a la parte oriental de Isla Mujeres, que no es Parque Marino, también los particulares podían ingresar, siempre y cuando usaran lanchas menores de 33 pies de eslora, pero hemos observado que llegan yates de hasta 70 pies, lo que es una aberración”.
Explicaron que la gente que viaja en estos barcos se lanza al agua sin chaleco, tocan a los animales, hay niños pequeños que también se tiran al mar sin ninguna precaución para verlos de cerca y alargan sus manos para acariciarlos.
“Rompen muchas de las reglas con total impunidad y si como permisionarios nos acercamos para decirles que se pongan los chalecos o que no toquen a los tiburones ballena, su contestación es que no nos metamos, que pueden hacer lo que quieran porque el mar es de todos”.
Mencionaron que de tanto en tanto se aparece una lancha de la Profepa pero permanece menos de media hora, cuando deberían ser varias embarcaciones las que vigilasen las áreas de avistamiento desde que llega la primera embarcación hasta que se retira la última.
“Con el problema que tenemos ahora con los yates, era para que la Profepa y la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas tuviera una vigilancia permanente y exigiera los permisos a todas las lanchas, especialmente a las que son mayores de 33 pies de eslora, porque es muy difícil que puedan tenerlos, sobre todo los yates grandes, pero lamentablemente, las veces que se presenta una lancha de la dependencia federal revisa a los que sí tenemos permisos, mientras que se hacen de la vista gorda con los yates, ni se acercan, tal parece que voltean para otro lado para no verlos y eso es lo que nos molesta”.
Fuente/Esto
Permisionarios de Isla Mujeres aseguraron que los yates particulares de grandes dimensiones invaden las áreas en las que se detectan los tiburones ballena, pero curiosamente las embarcaciones de las autoridades que deberían encargarse de la vigilancia brillan por su ausencia, lo que da pie a que se incumplan las especificaciones para el avistamiento de esta especie.
“Hace algunos años, cuando todavía el avistamiento del tiburón ballena no tenía tanto auge como ahora, incluso se había propuesto que como no se podía negar el acceso al área natural protegida en la que suelen encontrarse estos ejemplares ni mucho menos a la parte oriental de Isla Mujeres, que no es Parque Marino, también los particulares podían ingresar, siempre y cuando usaran lanchas menores de 33 pies de eslora, pero hemos observado que llegan yates de hasta 70 pies, lo que es una aberración”.
Explicaron que la gente que viaja en estos barcos se lanza al agua sin chaleco, tocan a los animales, hay niños pequeños que también se tiran al mar sin ninguna precaución para verlos de cerca y alargan sus manos para acariciarlos.
“Rompen muchas de las reglas con total impunidad y si como permisionarios nos acercamos para decirles que se pongan los chalecos o que no toquen a los tiburones ballena, su contestación es que no nos metamos, que pueden hacer lo que quieran porque el mar es de todos”.
Mencionaron que de tanto en tanto se aparece una lancha de la Profepa pero permanece menos de media hora, cuando deberían ser varias embarcaciones las que vigilasen las áreas de avistamiento desde que llega la primera embarcación hasta que se retira la última.
“Con el problema que tenemos ahora con los yates, era para que la Profepa y la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas tuviera una vigilancia permanente y exigiera los permisos a todas las lanchas, especialmente a las que son mayores de 33 pies de eslora, porque es muy difícil que puedan tenerlos, sobre todo los yates grandes, pero lamentablemente, las veces que se presenta una lancha de la dependencia federal revisa a los que sí tenemos permisos, mientras que se hacen de la vista gorda con los yates, ni se acercan, tal parece que voltean para otro lado para no verlos y eso es lo que nos molesta”.