Carnaval, bálsamo para la comunidad.
Lunes 20 de Febrero de 2012 hrs.
Días de Fiesta se viven en Quintana Roo. Por unos días, al menos públicamente, la política y la grilla se hacen a un lado para dar rienda suelta a unas de las festividades más emblemáticas en el estado: su carnaval.
En Chetumal, la clase política se enfundó en diversos disfraces, que dejaron correr a la imaginación y a la diversión. Las tradicionales fiestas carnestolendas iniciaron en las calles, con los coloridos desfiles de miles de chetumaleños que año con año, abarrotan las calles del centro de esta ciudad capital.
Esplendor, belleza, majestuosidad y una desbordante alegría se vivió este fin de semana tanto en la capital del estado como en la bella Isla de la Golondrinas, en donde el Carnaval 2012, realizó con su colorido y alegría tradicional, su recorrido con el primero y segundo desfile de carros alegóricos.
Nada impidió que las personas concentradas en las grandes avenidas tanto de Chetumal, como de Cozumel, se divirtieran en medio del baile y la admiración por los coloridos y bellezas de las participantes a esta fiesta de la comunidad.
Hasta Cancún tuvo su fin de semana carnavalesco, lástima que este se haya realizado en medio del caos vehicular, quizá producido por la falta de organización o logística de las autoridades. Pero, finalmente, a quienes menos le importaron estos pequeños detalles fue, a los participantes y espectadores, que por algunos días se olvidarán de la crisis económica, de las elecciones estatales, de las grillas políticas y de las grandes deudas financieras que arrastra el ayuntamiento benitojuarense.
Y en Isla Mujeres la cosa no podía quedarse atrás y, aunque más modestamente, el carnaval se está llevando a cabo, para alegría y beneplácito de los isleños.
La jocosidad y el buen humor de los participantes y espectadores se hizo evidente, en esta fiesta que año con año, se lleva a cabo con meticulosidad, al menos en Chetumal y Cozumel, en donde la tradición y el buen humor de estas fiestas, son parte esencial de la vida de los lugareños.
Estas fiestas, independientemente de la alegría que causan en la comunidad de sus localidades, son un esfuerzo de estos municipios por fomentar de esta manera el turismo a sus regiones, lo que sin duda es loable y se aplaude.
En Chetumal, la clase política se enfundó en diversos disfraces, que dejaron correr a la imaginación y a la diversión. Las tradicionales fiestas carnestolendas iniciaron en las calles, con los coloridos desfiles de miles de chetumaleños que año con año, abarrotan las calles del centro de esta ciudad capital.
Esplendor, belleza, majestuosidad y una desbordante alegría se vivió este fin de semana tanto en la capital del estado como en la bella Isla de la Golondrinas, en donde el Carnaval 2012, realizó con su colorido y alegría tradicional, su recorrido con el primero y segundo desfile de carros alegóricos.
Nada impidió que las personas concentradas en las grandes avenidas tanto de Chetumal, como de Cozumel, se divirtieran en medio del baile y la admiración por los coloridos y bellezas de las participantes a esta fiesta de la comunidad.
Hasta Cancún tuvo su fin de semana carnavalesco, lástima que este se haya realizado en medio del caos vehicular, quizá producido por la falta de organización o logística de las autoridades. Pero, finalmente, a quienes menos le importaron estos pequeños detalles fue, a los participantes y espectadores, que por algunos días se olvidarán de la crisis económica, de las elecciones estatales, de las grillas políticas y de las grandes deudas financieras que arrastra el ayuntamiento benitojuarense.
Y en Isla Mujeres la cosa no podía quedarse atrás y, aunque más modestamente, el carnaval se está llevando a cabo, para alegría y beneplácito de los isleños.
La jocosidad y el buen humor de los participantes y espectadores se hizo evidente, en esta fiesta que año con año, se lleva a cabo con meticulosidad, al menos en Chetumal y Cozumel, en donde la tradición y el buen humor de estas fiestas, son parte esencial de la vida de los lugareños.
Estas fiestas, independientemente de la alegría que causan en la comunidad de sus localidades, son un esfuerzo de estos municipios por fomentar de esta manera el turismo a sus regiones, lo que sin duda es loable y se aplaude.