Compromisos de los políticos en los debates... ¿hay?
Lunes 14 de Noviembre de 2011 hrs.
Hay un ingeniero civil llamado Jesús Armando López que acaba de ser ingresado a la cárcel pública en San José del Cabo, en Baja California Sur, como presunto responsable de un delito de fraude. Se supone que estaba vendiendo predios colindantes con el mar que no eran realmente ni de él ni de alguien para quien estuviera trabajando. Al descubrirse esto las personas que se vieron afectadas denunciaron y como consecuencia el ingeniero López ingresó a la cárcel preventiva.
Esto parece lo justo, si alguien te está haciendo fraude, lo denuncias, y si hay fundamentos sólidos y suficientes para pensar que tienes la razón, pues lo correcto es que la ley comience a mover sus engranajes y aquellos que han actuado de manera criminal tengan que pagar, o al menos enfrentarse a un juicio justo que permita dirimir lo que ha pasado. Para eso están las leyes. Hasta aquí bien, ¿no?
El pasado lunes 7 de noviembre, por otro lado, hubo el debate entre los dos principales contendientes a la presidencia de gobierno de España: Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba. Fueron 90 minutos, divididos en tres bloques temáticos: Economía y Empleo, Políticas sociales y Democracia y Política exterior. Evidentemente cada quien puede tener su propia opinión de lo cada uno ve en este tipo de debates; sin embargo, creo que mucha gente vio que lo que los candidatos hicieron fue evitar dar respuestas claras y directas a las preguntas del otro.
Al ser una campaña política se podría pensar: ¡pero si eso es lo que los políticos hacen! Sin embargo, a la par de lo que comúnmente se hace, podría valer la pena pensar en el nivel de responsabilidad que toman los candidatos, pues pareciera que típicamente no es mucha. El sentimiento es que no hay nada de claridad, puede que motivado por un deseo de no perder votos, o también podría ser para que después no se les pueda acusar de nada al respecto.
Es un fenómeno que ocurre también en México, pues en los debates se aprecia que se evita por todos los medios tomar responsabilidades concretas y se intenta por todos los medios no alejarse de ciertos temas ya planteados previamente. Y de hecho, cuando a fuerza de presión hay un compromiso de hacer algo concreto, si no se cumple, tampoco parece que sea un grave problema. Tal vez lo que pasa es que realmente no pasa nada, ni hay consecuencias directas, por actuar de esta manera.
Hace poco escuché: si alguien te ofrece algo y no te cumple, como aparentemente sería el caso del ingeniero López, es un fraude, y uno va a la cárcel, pues así está estipulado en las leyes. En el caso de los políticos, pareciera que ellos te pueden ofrecer muchas cosas que en un futuro pueden no cumplirse ¡y no pasa nada! Pareciera que en la rama de los ofrecimientos de campaña hay otras leyes. No sé, realmente, si tenga algo que ver con que finalmente son los mismos políticos quienes las crean.
Ulises Diego
www.rehuba.org
www.rutasdesalida.com
Esto parece lo justo, si alguien te está haciendo fraude, lo denuncias, y si hay fundamentos sólidos y suficientes para pensar que tienes la razón, pues lo correcto es que la ley comience a mover sus engranajes y aquellos que han actuado de manera criminal tengan que pagar, o al menos enfrentarse a un juicio justo que permita dirimir lo que ha pasado. Para eso están las leyes. Hasta aquí bien, ¿no?
El pasado lunes 7 de noviembre, por otro lado, hubo el debate entre los dos principales contendientes a la presidencia de gobierno de España: Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba. Fueron 90 minutos, divididos en tres bloques temáticos: Economía y Empleo, Políticas sociales y Democracia y Política exterior. Evidentemente cada quien puede tener su propia opinión de lo cada uno ve en este tipo de debates; sin embargo, creo que mucha gente vio que lo que los candidatos hicieron fue evitar dar respuestas claras y directas a las preguntas del otro.
Al ser una campaña política se podría pensar: ¡pero si eso es lo que los políticos hacen! Sin embargo, a la par de lo que comúnmente se hace, podría valer la pena pensar en el nivel de responsabilidad que toman los candidatos, pues pareciera que típicamente no es mucha. El sentimiento es que no hay nada de claridad, puede que motivado por un deseo de no perder votos, o también podría ser para que después no se les pueda acusar de nada al respecto.
Es un fenómeno que ocurre también en México, pues en los debates se aprecia que se evita por todos los medios tomar responsabilidades concretas y se intenta por todos los medios no alejarse de ciertos temas ya planteados previamente. Y de hecho, cuando a fuerza de presión hay un compromiso de hacer algo concreto, si no se cumple, tampoco parece que sea un grave problema. Tal vez lo que pasa es que realmente no pasa nada, ni hay consecuencias directas, por actuar de esta manera.
Hace poco escuché: si alguien te ofrece algo y no te cumple, como aparentemente sería el caso del ingeniero López, es un fraude, y uno va a la cárcel, pues así está estipulado en las leyes. En el caso de los políticos, pareciera que ellos te pueden ofrecer muchas cosas que en un futuro pueden no cumplirse ¡y no pasa nada! Pareciera que en la rama de los ofrecimientos de campaña hay otras leyes. No sé, realmente, si tenga algo que ver con que finalmente son los mismos políticos quienes las crean.
Ulises Diego
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