El pasado sábado 3 de diciembre, Enrique Peña Nieto, ahora ya precandidato oficial a la presidencia de la república por el PRI fue partícipe de un episodio muy bochornoso y ya muy conocido por todos: No supo contestar cuales eran los tres libros que le habían marcado personal y políticamente.

Ese fue el inicio de una tremenda ola de comentarios en las redes, particularmente vía el twitter (el sistema mediante el cual las personas ponen mensajes cortos, de no más de 140 caracteres, en la red), que se mostraron implacables con la muestra de falta de cultura del flamante pre-candidato.

Mensajes de todo tipo empezaron a lloverle, con mensajes llenos de humor y picardía, al más puro estilo Mexica, donde se aprovechaba para divertirse y burlarse de la situación. Algunos ejemplos de bromas hechas: ''si no lees cuando crezcas vas a dar pena nieto…", "Pregunta: ¿Qué opina de "La naranja mecánica"? Respuesta: No estoy de acuerdo con los transgénicos..."," Pregunta:¿Le gustan las obras de Shakespeare? Respuesta: Me gustan más las de su hijo Shakespirito", y así se pueden encontrar una cantidad enorme de frases en la red.

Posteriormente, Paulina Peña, hija del precandidato, le puso más leña al fuego cuando hizo el reenvío de un tweet donde se decía que los que criticaban eran parte de la prole y sólo lo hacían por envidia. Eso hizo que las críticas arreciaran todavía más. Si, parece que al chica Paulina no le hizo ningún favor a su papá con su insensata acción.

A primera instancia podría parecer que es la consecuencia natural de ser una figura pública; y es que Peña Nieto realmente da pena al ver el video donde él intenta contestar, de cualquier manera posible, la pregunta hecha por un periodista del diario español El Mundo. Su respuesta sin mucho sentido (dijo, entre otras cosas que cuando era joven había leído parte de la biblia), sus dudas y la posterior actitud de su hija fueron un combustible perfecto para hacer una hoguera, muy bien alimentada y promovida por sus adversarios.
Realmente podría verse como vergonzoso decir que este es el potencial presidente de México.

Sin embargo, cabria recordar a Vicente Fox, quien era también muy conocido por sus recurrentes metidas de pata, que no parecieran haberle afectado mucho. Las encuestas también lo dicen, pues a pesar del revuelo armado, no ha habido un descenso realmente importante en las simpatías hacia el posible candidato.

Puede que tenga mucho sentido, pues México no se caracteriza por ser un país culto, y dado los niveles altos de pobreza y la muy deficiente distribución de la riqueza, resulta natural una baja educación en la gente. Así que muchos (y muchas) de aquellas personas dispuestas a votar por él lo siguen estando.
Un escándalo de este tipo no es suficiente para cambiar el sentido del voto, y es que a fin de cuentas, si yo te preguntara a ti:¿cuáles son los tres libros que han marcado tu vida?...tu ¿sabrías qué contestarme?

Ulises Diego

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