Exigir cuando elegimos: el caso griego
Lunes 04 de Julio de 2011 hrs.
La semana pasada estuvo a la altura de cualquier telenovela de esas de televisa, y de esas de las buenas, de las que se traducen a no sé cuantos idiomas. Hubo manifestaciones y una aprobación de último minuto de un paquete de medidas muy impopulares en Grecia. La historia comienza en el 2010, cuando la comunidad europea (CE), una zona común, algo un poco similar a la zona del TLC le otorgó a Grecia un préstamo de 110000 millones de euros (multiplicar por 17 para estimar en pesitos mexicanos) para ayudarle a salir de una crisis financiera. Esta crisis fue iniciada en el 2009, cuando el actual gobierno griego detectó que se habían dado datos falsos en las finanzas públicas y se tenían valores de déficit mucho más elevados de lo que la CE permitía. Muchos países de la CE tienen el euro como moneda común, por lo que los países de la zona euro deben cumplir con estrictas condiciones financieras. Se intentó ayudar al país, pero parece que las finanzas griegas se negaron a funcionar adecuadamente, pues finalmente fue imposible evitar que los países de la CE fueran al rescate de Grecia y hacerle el préstamo del 2010 para que pudiera afrontar sus deudas inmediatas. La semana pasada, la CE presionó fuerte a Grecia diciendo que el último tramo, de 12000 millones de euros, no lo liberarían hasta que se aprobaran por ley unas medidas altamente impopulares, pues se incluyen despidos de funcionarios y alza de muchos impuestos. Evidentemente los griegos salieron a protestar contra sus queridos políticos, pues el sentimiento general es que ellos no tienen la culpa del mal manejo de las finanzas del gobierno, y exigen que los que paguen sean los que lo propiciaron… ¡Nada más cierto! La realidad es que lo justo sería eso. Sin embargo, hay muchas dificultades para definir hasta dónde es la responsabilidad de cada quien. Cierto, la responsabilidad del manejo financiero es de quien gobierna, pero quién decide quien gobierna es el pueblo. Así que, ¿qué podemos hacer?, si uno elige contratar a un contador, arquitecto, pintor, albañil, que te hace un pésimo trabajo, parte de la responsabilidad la tiene uno por haberlo elegido. Así que ¿qué queda? lo que me viene a mí es pensar muy bien a quien contratamos, y exigirle todos los días cuentas, estar encima de ello, pues de esta manera, al menos, se cuidará mucho más de lo que hace. Esto parece muy ’ad hoc’ (a propósito) para las elecciones del 2012, pues no solo es votar, también exigir… y tomar responsabilidad de a quien hemos elegido. ¿Será posible hacerlo?, yo creo que sí, al menos vamos aprendiendo.