La crisis del euro... ¡y el drama continúa!
Domingo 06 de Noviembre de 2011 hrs.
La semana pasada, en este mismo espacio, se acabo diciendo: parece que por ahora de la pancarta puesta en la Acrópolis de Atenas diciendo “El pueblo tiene el poder y nunca se rinde”, está predominando la segunda parte.
Por un momento ha parecido que el poder realmente regresaba al pueblo.
El pasado lunes 31 de octubre, tan solo unos pocos días después de la famosa reunión de la comunidad europea, en Grecia se anunció que iba a haber un referéndum vinculante respecto al paquete de ayuda a Grecia. Este anuncio se dio de manera totalmente inesperada.
En un referéndum se le pregunta, de manera oficial, algo a la gente para saber su opinión y típicamente consta de una o algunas pocas preguntas. Hacer un referéndum es poco frecuente, aunque también ya común en estos días, así que eso no debería de asustar. Lo escalofriante del asunto era el hecho que fuera vinculante, y es que cuando un referéndum es vinculante el gobierno se vería obligado a acatar el veredicto. O sea que: si la gente dice que no, es no.
Esta situación hizo que se le pusieran los pelos de punta a los países que tienen el euro como moneda común, y es que un no en el referéndum podría desencadenar una verdadera tormenta que potencialmente llevaría a una declaración de quiebra de Grecia, que a su vez podría, inclusive, significar el desplome del euro, o al menos un desastre de proporciones mayúsculas para esta moneda.
La comunidad europea, rápidamente, se puso manos a la obra y presionó al gobierno griego anunciando, el miércoles 2 de noviembre, que se congelaría la ayuda monetaria a Grecia hasta que se definiera lo del referéndum. Puede que sea un cuento de nunca acabar: para salir de la crisis te prestaré dinero; para prestarte dinero, tu gente debe de trabajar duro y soportar todas las cargas impuestas, para que la gente esté dispuesta a soportar todo eso, se deben de cambiar las estructuras políticas y económicas; para cambiar las estructuras políticas y económicas debe de haber…etc, etc, etc.
No están claras las razones por las que el primer ministro griego, Giorgos Papandreou, haya dado el anuncio del referéndum sin previo aviso, pero parece sensato pensar que fue hecho para apagar fuegos en su propio país. Hay una fuerte presión y oposición de la gente en Grecia ante todo lo que está sucediendo, y puede que esta haya sido la única manera de calmar los ánimos.
Puede que su plan le haya salido bien, pues posterior al anuncio de que no habría más dinero, el pasado jueves 3 de noviembre Papandreou anunció que el referéndum no se haría pues se podría sustituir con un pacto nacional. Puede que esta peligrosa estratagema haya sido un factor para permitirle salir airoso, al menos momentáneamente, de esta crisis.
No está nada claro que pasará con la situación del euro; sin embargo, un capítulo más del drama ya está escrito. Y realmente es un drama que continúa y continúa ¿Hasta dónde iremos a parar?
Ulises Diego
www.rehuba.org
www.rutasdesalida.com
Por un momento ha parecido que el poder realmente regresaba al pueblo.
El pasado lunes 31 de octubre, tan solo unos pocos días después de la famosa reunión de la comunidad europea, en Grecia se anunció que iba a haber un referéndum vinculante respecto al paquete de ayuda a Grecia. Este anuncio se dio de manera totalmente inesperada.
En un referéndum se le pregunta, de manera oficial, algo a la gente para saber su opinión y típicamente consta de una o algunas pocas preguntas. Hacer un referéndum es poco frecuente, aunque también ya común en estos días, así que eso no debería de asustar. Lo escalofriante del asunto era el hecho que fuera vinculante, y es que cuando un referéndum es vinculante el gobierno se vería obligado a acatar el veredicto. O sea que: si la gente dice que no, es no.
Esta situación hizo que se le pusieran los pelos de punta a los países que tienen el euro como moneda común, y es que un no en el referéndum podría desencadenar una verdadera tormenta que potencialmente llevaría a una declaración de quiebra de Grecia, que a su vez podría, inclusive, significar el desplome del euro, o al menos un desastre de proporciones mayúsculas para esta moneda.
La comunidad europea, rápidamente, se puso manos a la obra y presionó al gobierno griego anunciando, el miércoles 2 de noviembre, que se congelaría la ayuda monetaria a Grecia hasta que se definiera lo del referéndum. Puede que sea un cuento de nunca acabar: para salir de la crisis te prestaré dinero; para prestarte dinero, tu gente debe de trabajar duro y soportar todas las cargas impuestas, para que la gente esté dispuesta a soportar todo eso, se deben de cambiar las estructuras políticas y económicas; para cambiar las estructuras políticas y económicas debe de haber…etc, etc, etc.
No están claras las razones por las que el primer ministro griego, Giorgos Papandreou, haya dado el anuncio del referéndum sin previo aviso, pero parece sensato pensar que fue hecho para apagar fuegos en su propio país. Hay una fuerte presión y oposición de la gente en Grecia ante todo lo que está sucediendo, y puede que esta haya sido la única manera de calmar los ánimos.
Puede que su plan le haya salido bien, pues posterior al anuncio de que no habría más dinero, el pasado jueves 3 de noviembre Papandreou anunció que el referéndum no se haría pues se podría sustituir con un pacto nacional. Puede que esta peligrosa estratagema haya sido un factor para permitirle salir airoso, al menos momentáneamente, de esta crisis.
No está nada claro que pasará con la situación del euro; sin embargo, un capítulo más del drama ya está escrito. Y realmente es un drama que continúa y continúa ¿Hasta dónde iremos a parar?
Ulises Diego
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