La familia...una fuente de alegrías e influencias.
www.rema.org.es
Martes 11 de Septiembre de 2012 hrs.
Desde hace algunos años en mi familia se están haciendo reuniones para convivir y no estar tan alejados uno de los otros… celebrar y disfrutar el tener la oportunidad de estar juntos. Entre la distancia y las limitantes de los periodos libres para hacer viajes no me había sido posible asistir antes. Sin embargo, este domingo he tenido la alegría de estar en la fiesta de este año; una oportunidad de oro para ver a tanta gente bonita con la que se comparte una característica común: ser parte de una misma familia.
Las diferentes generaciones nos damos cita y podemos disfrutar del intercambio social y compartir cada uno sus cosas. Los niños corriendo y jugando incesablemente, los jóvenes disfrutando y gozando el estarse formando, los adultos –cada quien desde su óptica- tratando de arreglar el mundo, etc.
Cuando uno ha tenido la oportunidad de crecer rodeado de primos y tíos, de gente con la que desde pequeño has tenido la oportunidad de reír, de gozar, de disfrutar esos momentos especiales de la vida, se crea toda una serie de memorias que perduran en el tiempo. Unas memorias que perduran en el tiempo de una forma tal que son atemporales.
En la técnica REMA, de la reestructuración de memorias atemporales, para modificar patrones de conducta adversos se desvinculan emociones perturbadoras, que nos afectan en nuestro día a día, de memorias atemporales. Al disfrutar de este tipo de reuniones familiares y sentir instantáneamente la alegría de tantas cosas compartidas queda claro que las memorias son atemporales en ambos sentidos: hacia el gozo y hacia el dolor.
De la misma manera como hay vínculos adversos que nos afectan, hay vínculos virtuosos que nos ayudan, y la familia típicamente es una fuente importante de ellos.
Es por eso que cada vez que sonreímos, que le damos un beso a nuestros sobrinos, que compartimos alegrías con nuestros primos y tíos, vamos generando esos vínculos virtuosos. Hay que seguir así.
Si nos vamos más arriba en el nivel y pensamos en la familia en el contexto sistémico, como por ejemplo con constelaciones familiares o genosociogramas, vemos que la familia también es una herramienta importante en las influencias que tenemos en el día a día aún fuera de esa convivencia cotidiana, incluso aún sin haber tenido oportunidad de convivir y crecer juntos.
Las influencias que tenemos son muchas y muy variadas, y la familia está en primera línea de influencia. Por ello es importante tener a la familia presente siempre, en ambos lados: en el positivo y en el adverso. La influencia que puede llegar a haber es tal que puede incluso llegar a dictaminar los destinos de diversos miembros.
Además de gozar a la familia siempre que se pueda, es importante conocerla, pues en más de una ocasión puede ser sorprendente su influencia en las cosas que decidimos y hacemos, más allá de lo que uno hubiera podido esperar o imaginar. En base a lo que he visto y vivido, particularmente en los últimos años, puedo atreverme a decir que así es. Sí señor.
www.rutasdesalida.comLas diferentes generaciones nos damos cita y podemos disfrutar del intercambio social y compartir cada uno sus cosas. Los niños corriendo y jugando incesablemente, los jóvenes disfrutando y gozando el estarse formando, los adultos –cada quien desde su óptica- tratando de arreglar el mundo, etc.
Cuando uno ha tenido la oportunidad de crecer rodeado de primos y tíos, de gente con la que desde pequeño has tenido la oportunidad de reír, de gozar, de disfrutar esos momentos especiales de la vida, se crea toda una serie de memorias que perduran en el tiempo. Unas memorias que perduran en el tiempo de una forma tal que son atemporales.
En la técnica REMA, de la reestructuración de memorias atemporales, para modificar patrones de conducta adversos se desvinculan emociones perturbadoras, que nos afectan en nuestro día a día, de memorias atemporales. Al disfrutar de este tipo de reuniones familiares y sentir instantáneamente la alegría de tantas cosas compartidas queda claro que las memorias son atemporales en ambos sentidos: hacia el gozo y hacia el dolor.
De la misma manera como hay vínculos adversos que nos afectan, hay vínculos virtuosos que nos ayudan, y la familia típicamente es una fuente importante de ellos.
Es por eso que cada vez que sonreímos, que le damos un beso a nuestros sobrinos, que compartimos alegrías con nuestros primos y tíos, vamos generando esos vínculos virtuosos. Hay que seguir así.
Si nos vamos más arriba en el nivel y pensamos en la familia en el contexto sistémico, como por ejemplo con constelaciones familiares o genosociogramas, vemos que la familia también es una herramienta importante en las influencias que tenemos en el día a día aún fuera de esa convivencia cotidiana, incluso aún sin haber tenido oportunidad de convivir y crecer juntos.
Las influencias que tenemos son muchas y muy variadas, y la familia está en primera línea de influencia. Por ello es importante tener a la familia presente siempre, en ambos lados: en el positivo y en el adverso. La influencia que puede llegar a haber es tal que puede incluso llegar a dictaminar los destinos de diversos miembros.
Además de gozar a la familia siempre que se pueda, es importante conocerla, pues en más de una ocasión puede ser sorprendente su influencia en las cosas que decidimos y hacemos, más allá de lo que uno hubiera podido esperar o imaginar. En base a lo que he visto y vivido, particularmente en los últimos años, puedo atreverme a decir que así es. Sí señor.
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