La noche de año nuevo en Collioure,
www.rutasdesalida.com
www.rehuba.org
Lunes 02 de Enero de 2012 hrs.
Collioure es una pequeña población francesa de 3000 habitantes con un pequeño puerto expuesto al mar mediterráneo. Se encuentra localizada en el extremo sureste de Francia, muy cerca de la frontera con España, a unos 24 kilómetros. Forma parte del departamento francés de los pirineos orientales y de la región Languedoc-Rosellón
Ciertamente es un pueblo costero bastante peculiar, pues ha podido, a pesar del paso de los años, mantener ese espíritu de ciudad histórica. Tiene unas calles muy bonitas que me hacen recordar muchas de esas ciudades de México que mantienen su aire colonial en las partes del centro (por ejemplo, de la península yucateca podría comentar de Mérida y Valladolid).
También tiene una sección donde el ancho de las calles no es de más de dos metros, con las casas construidas encima de una pequeña montana, con muchas galerías mostrando sus pinturas y trabajos artísticos a quien guste entrar a verlos, que hacen que caminar por esas callecitas tenga un encanto, de esos difíciles de describir.
Igualmente tiene una característica muy peculiar para el fin de año, pues aparte del festejo de todas las ciudades cuando llegan las 12 de la noche del último día del año, en Collioure, además, ¡se vive un verdadero día de carnaval en esta noche!. Y cuando digo un verdadero día de carnaval, realmente me refiero a eso. Y es que esa noche en Collioure ves las calles repletas de gente alegremente disfrazada de algo.
En un festejo en el que también participan las autoridades, múltiples disfraces se pueden apreciar. Hay de todo: Batman, Robín, Guasón, Mary Poppins, Darth Vader, Charles Chaplin, mosqueteros, reyes medievales, gatubelas, etc, etc. Toda una multitud de personajes ataviados con disfraces muy bien hechos, cuidados hasta el último detalle.
Todos ellos conviven, con una amabilidad propia del sur de Francia, con la gente que va a ver los cohetes pirotécnicos, a bailar o beber o comer algo en la última noche del año. Efectivamente, ver cómo un pequeño barquito lentamente va navegando hacia la mitad de la pequeña bahía para iniciar los cohetes una agradable música de banda de fondo, es todo un espectáculo.
Si que puede ser una noche muy especial, una muy bonita manera de despedir el año y comenzar con nuevos bríos el siguiente, el estar en este pequeño pueblito de la costa sur de Francia. Sí señor.
Ciertamente es un pueblo costero bastante peculiar, pues ha podido, a pesar del paso de los años, mantener ese espíritu de ciudad histórica. Tiene unas calles muy bonitas que me hacen recordar muchas de esas ciudades de México que mantienen su aire colonial en las partes del centro (por ejemplo, de la península yucateca podría comentar de Mérida y Valladolid).
También tiene una sección donde el ancho de las calles no es de más de dos metros, con las casas construidas encima de una pequeña montana, con muchas galerías mostrando sus pinturas y trabajos artísticos a quien guste entrar a verlos, que hacen que caminar por esas callecitas tenga un encanto, de esos difíciles de describir.
Igualmente tiene una característica muy peculiar para el fin de año, pues aparte del festejo de todas las ciudades cuando llegan las 12 de la noche del último día del año, en Collioure, además, ¡se vive un verdadero día de carnaval en esta noche!. Y cuando digo un verdadero día de carnaval, realmente me refiero a eso. Y es que esa noche en Collioure ves las calles repletas de gente alegremente disfrazada de algo.
En un festejo en el que también participan las autoridades, múltiples disfraces se pueden apreciar. Hay de todo: Batman, Robín, Guasón, Mary Poppins, Darth Vader, Charles Chaplin, mosqueteros, reyes medievales, gatubelas, etc, etc. Toda una multitud de personajes ataviados con disfraces muy bien hechos, cuidados hasta el último detalle.
Todos ellos conviven, con una amabilidad propia del sur de Francia, con la gente que va a ver los cohetes pirotécnicos, a bailar o beber o comer algo en la última noche del año. Efectivamente, ver cómo un pequeño barquito lentamente va navegando hacia la mitad de la pequeña bahía para iniciar los cohetes una agradable música de banda de fondo, es todo un espectáculo.
Si que puede ser una noche muy especial, una muy bonita manera de despedir el año y comenzar con nuevos bríos el siguiente, el estar en este pequeño pueblito de la costa sur de Francia. Sí señor.
www.rutasdesalida.com
www.rehuba.org
