Los juegos olímpicos y la mercadotecnia inglesa.
Lunes 26 de Marzo de 2012 hrs.
El 6 de julio del 2005, en la sesión del comité olímpico en Singapur, Londres fue elegida como sede para los próximos Juegos Olímpicos de verano, a llevarse a cabo del 27 de julio al 12 de agosto del 2012, venciendo por un estrecho margen a la otra candidatura finalista, presentada por la ciudad de Paris.

Un par de años antes, el 15 de julio del 2003, nueve ciudades habían presentado su candidatura. En esa fecha yo estaba en Londres, y recuerdo que en los periodos se anunciaba que el equipo inglés a cargo de la preparación de la candidatura había entregado la solicitud antes de la fecha límite, pues ellos sentían que no había más que corregirle. Ciertamente, algo de esa magnitud es raro de encontrar en México, donde es más típico acabar las cosas en el último momento, haciendo correcciones de último minuto.

Como sea, a partir de esa solicitud, se continuó con el proceso hasta llegar a la sesión final donde los miembros del comité olímpico debían de elegir de entre cinco ciudades finalistas: Madrid, Moscú, Nueva York, Londres y Paris. Siendo las dos últimas las favoritas.

En esas fechas había mucho revuelo en la clase política de ambos países, al grado que incluso políticos del más alto nivel hacían comentarios. El presidente de Francia llegó a decir algo así como que no sería bueno elegir a un país donde la comida fuera tan mala (en eso de la comida estoy totalmente de acuerdo).

Al finalizar la votación resultó que Londres ganó la sede. Evidentemente, la gente estaba feliz por eso en Inglaterra; sin embargo, en los periódicos ingleses se llegaron a ver artículos donde se expresaba la extrañeza de que Londres hubiera ganado. Se cuestionaba el hecho que, al contrario que Paris, en Londres varios de los estadios e infraestructura que se usaría para los juegos, no estaba realmente construida. Era un sueño lo que se vendía.

Igualmente se indicaba que del punto de vista de comunicaciones, era más sensato hacerlo en Paris, pues Francia no es una isla y forma parte del sistema de trenes en Europa, el cual es muy avanzado y, al contrario de Inglaterra, se tiene transito libre de personas en muchos países de Europa por el acuerdo Schengen. Los más suspicaces veían algo chueco en las votaciones, sugiriendo que tal vez Londres repartió muchos y buenos regalos, en especie o en dinero, a los miembros de comité. En todo caso, eso no se ha comprobado, así que no deja de ser sólo suspicacia.

Al ser Londres la sede, se comenzó el trabajo de preparación y ahora, en el 2012, finalmente el momento ha llegado. Ahora, cuando uno está en Londres, se aprecia plenamente que por todos lados hay anuncios de todo tipo de las olimpiadas. Algunos muy pequeños, pero muy en tono con el marketing.

Por ejemplo, en el aeropuerto de Gatwick, al sur de Londres, se pueden ver letreros, más o menos, del tipo: “En el 2012 vamos a servir el equivalente a 1500 piscinas olímpicas de té”, o “En el 2012, nuestro personal cargará, en maletas, más peso que 12000 levantadores de pesas rusos”.

La verdad es que estos ingleses sí que tienen gracia, pues este tipo de letreritos muchas veces te hacen reír, y te hacen recordar que lo has visto. A fin de cuentas es una manera de ir metiéndole a la gente cositas en la cabecita.

La mercadotecnia inglesa por los juegos olímpicos del 2012 ya se está sintiendo en todo su esplendor por todo Londres. Sí señor.
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