Reflexión de un Nuevo Año.
Martes 03 de Enero de 2012 hrs.
Inicia el año 2012 con un frío intenso en nuestro estado y en el país. Termina la Navidad, y con ella la fiesta cristiana más importante en el mundo. Comienza un nuevo año, con nuevas expectativas y esperanzas. Una larga lista de propósitos cuelga en algún árbol navideño, que al final estará destinada a permanecer en algún oscuro cajón.
La fiesta de Navidad y Año Nuevo es la última celebración del año y, por tanto, es la última oportunidad –del año- para compartir y desear amor, éxito, y paz a nuestros seres queridos y al mundo. Son días de reflexión y de introspección en nuestras vidas.
La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de la mente. Valorar la paz y la generosidad y tener merced es comprender el verdadero significado de Navidad.
Recuerdo mi niñez con nostalgia, y no por los años que han pasado llevándose con ello la juventud, sino por los momentos felices de aquellos años, de tradiciones, de amigos, de alegrías y de los que estuvieron y ya no están. Como han cambiado las cosas, la gente, la vida, uno mismo.
No siempre encierra la Navidad los mismos sentimientos. Para unos es el tiempo de amar, Para otros el de ganar y no precisamente amor, sino dinero. Es la oportunidad de reflexión a ser mejores. Para otros es la oportunidad de sentar en una mesa a la codicia y al bienestar económico. Para unos reflexionar sobre sus propias vidas. Para otros, reflexionar sobre como penetrar a la vida de los demás.
Quien no se ablanda con la Navidad, el niño Dios, Los Reyes Magos y hasta con el “vecino del Polo Norte” Santa Claus, no se ablanda con nada.
Esta casa editorial ha tenido la oportunidad de celebrar junto a ustedes, su segundo año consecutivo. Hoy que iniciamos un nuevo año, nos gustaría expresarle a cada uno nuestra inmensa gratitud por su lectura, sus opiniones y su buena voluntad para con nuestra empresa, porque gracias a ello, hoy quintanarooaldía.com goza de un gran reconocimiento y preferencia en el sector.
Les deseamos que en este año, los éxitos, las bondades, la prosperidad pero, sobre todo la salud, abunden en sus hogares y en sus vidas. Que la reflexión de esas fechas prosiga durante todo este año –al menos- en la mente y los corazones, con la esperanza de un mundo mejor.
Para los buenos momentos, gratitud. Para los malos, mucha esperanza. Para cada día, una ilusión. Y para todos, felicidades!.
La fiesta de Navidad y Año Nuevo es la última celebración del año y, por tanto, es la última oportunidad –del año- para compartir y desear amor, éxito, y paz a nuestros seres queridos y al mundo. Son días de reflexión y de introspección en nuestras vidas.
La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de la mente. Valorar la paz y la generosidad y tener merced es comprender el verdadero significado de Navidad.
Recuerdo mi niñez con nostalgia, y no por los años que han pasado llevándose con ello la juventud, sino por los momentos felices de aquellos años, de tradiciones, de amigos, de alegrías y de los que estuvieron y ya no están. Como han cambiado las cosas, la gente, la vida, uno mismo.
No siempre encierra la Navidad los mismos sentimientos. Para unos es el tiempo de amar, Para otros el de ganar y no precisamente amor, sino dinero. Es la oportunidad de reflexión a ser mejores. Para otros es la oportunidad de sentar en una mesa a la codicia y al bienestar económico. Para unos reflexionar sobre sus propias vidas. Para otros, reflexionar sobre como penetrar a la vida de los demás.
Quien no se ablanda con la Navidad, el niño Dios, Los Reyes Magos y hasta con el “vecino del Polo Norte” Santa Claus, no se ablanda con nada.
Esta casa editorial ha tenido la oportunidad de celebrar junto a ustedes, su segundo año consecutivo. Hoy que iniciamos un nuevo año, nos gustaría expresarle a cada uno nuestra inmensa gratitud por su lectura, sus opiniones y su buena voluntad para con nuestra empresa, porque gracias a ello, hoy quintanarooaldía.com goza de un gran reconocimiento y preferencia en el sector.
Les deseamos que en este año, los éxitos, las bondades, la prosperidad pero, sobre todo la salud, abunden en sus hogares y en sus vidas. Que la reflexión de esas fechas prosiga durante todo este año –al menos- en la mente y los corazones, con la esperanza de un mundo mejor.
Para los buenos momentos, gratitud. Para los malos, mucha esperanza. Para cada día, una ilusión. Y para todos, felicidades!.